Honor salvado

Al final del juego fueron varios los hinchas que terminaron roncos al gritar por una selección que no jugó bien y que mucho menos ira al mundial. pero que, a pesar de ello, aun la amamos porque es nuestra bandera, nuestra patria.

Y es que cuando ya todo parecía perdido fue que recurrieron al ídolo que la ilusión de la hinchada construyo para llegar a un mundial. Roberto Palacios, una vez mas dijo presente y nombro la dignidad del Perú y la alegría de su pueblo como motivos suficientes para esa tarde dejarlo todo en cancha y lograr el ya ansiado triunfo.

El retorno de Solano a la selección también fue efectiva, ya que la experiencia y juventud peruana le hicieron el trabajo antes que complicado, imposible, para los charruas, tanto así que Butrón entrego nuevamente el arco en cero, haciendo gracia de sus reflejos y unos que otros padrenuestros por los horrores de Abreu y compañía.

El primer tiempo no tuvo dueño, cualquiera pudo concretar alguna opción de gol siendo la mas clara para Uruguay en el minuto 40´cuando Vilchez de la misma linea que divide la alegría del dolor despeja un balón, que ansiaba traspasarla, para que Butrón desde el suelo se levante y se estire para ahogar el grito de gol en la garganta de los uruguayos.

En las tribunas se vivía un partido distinto, la hinchada cantando al ritmo de sus corazones ya que un bombo inubicable y sigiloso latía de vez en vez, haciendo extrañar la presencia de alguna barra bulliciosa y entusiasta que contagie el animo de alentar y saltar como niños encaprichados en ganar un juego.

En el entretiempo, el empate nos regalaba una incrédula ilusión de poder hacer real la revancha de aquel 6 a 0 en Montevideo, no con el mismo marcador, pero con el dolor de los uruguayos casi igualando nuestra vergüenza de aquella vez, lo creímos y sin importar ser decepcionados una vez nos unimos mas que nunca al equipo y gritamos y alentamos como si estuviéramos peleando alguna clarificación, alguna copa.

Ya la ilusión había llegado al camarín donde "Chemo" daba las últimas indicaciones, el cambio de de la Haza por Prado funciono a la perfección, Roberto Palacios se entendió con el "Cholo" y pudo hacer un buen segundo tiempo.

Perú se hizo mas fuerte, parecía que el sueño recién armado por la hinchada se concretaba, y comenzamos a celebrar maquinalmente los errores de los rivales, como si cada uno de estos nos fortalecieran para ir por el gol, Butrón, enorme bajo los tres palos, evito dos ocasiones claves de los charrúas y nuestro fe aumentaba a la par de nuestro orgullo por ver jugar a verdaderos amantes de esa camiseta batuteados por el siempre querido Roberto Palacios.

La salida de Solano para el ingreso de Reiner Torres puso en los hombros del "Chorri" el nostálgico peso de una selección cuya fuerza no pudo con la de su corazón, Roberto Palacios, dejo de lado su juego de antaño para ponerle corazón a este equipo y con el simple movimiento de brazos levanto al estadio para que el equipo se sienta respaldado por una hinchada que mostró no importar en que situación este, siempre estará al lado de su selección.

El "Chorri" forzó un tiro de esquina el cual él mismo cobro para hacer la jugada antes hecha en el arco contrario, centro a la puerta del área, donde la zurda de Vargas preparaba un gol, el cual fue bloqueado las dos veces que pateo, pero el último rebote, quizá la justicia disfrazada de uruguayo, le dio a Rengifo la revancha de decir "AQUÍ ESTOY, AUNQUE SE OLVIDEN DE MÍ".

El 1-0 le entrego a la hinchada aquella reconfortante respuesta a su aliento y a la valerosa muestra de amor por su selección al hacer publico su masoquismo patrio, porque ya nada cambiara la historia, quizá terminemos últimos, quizá seamos los peores de sudamerica y el mundo, pero la selección jamas andará sola, porque tiene a un pueblo que lo respaldará a muerte.

Esta quizá sea la primera crónica que será cerrada sin ningún intento de irradiar ilusión alguna, porque ya todo esta perdido, nuestra selección no jugará por nada que se pueda palpar o sentir y festejar de forma publica, pero para aquellos que sientan el honor de su patria en juego, solo decirles que solo nuestros corazones entienden estas razones sin explicación posible.



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